
«La verdad, es que no hay verdad» Contradicción por excelencia.
Trata de imaginar por un momento cómo serían las cosas si no existiera la verdad, lo verdadero o las verdades absolutas. Si realmente lo tratáramos de imaginar, nuestra mente colapsaría, nos llevaría a un terreno lleno de paradojas y contradicciones. No podríamos decir que lo que existiría en su lugar sería lo opuesto: la mentira o lo falso; porque para que exista algo falso, debe haber algo verdadero. Y aún si intentáramos irnos por la vía del relativismo, es decir afirmar que no existe la verdad absoluta, sino que todo es relativo; igual caeríamos en una paradoja y contradicción ya que esta misma frase busca manifestar que “es verdad que no hay verdad y que todo es relativo”, y entonces ya habría al menos una verdad, lo cual haría falsa nuestra afirmación inicial. Entonces podemos concluir que:
1.- No es verdad que todo es relativo y
2.- Es verdad que la verdad existe, abarcando las verdades absolutas y lo verdadero.
Sin embargo, ¿Porqué algo que resulta tan evidente al analizarlo unos pocos segundos, es ignorado, contrariado y aún atacado tanto?, ¿Porqué si alguien dice que existen verdades (absolutas) es visto como un radical -no en el buen sentido-, opresor o incluso tirano?.
Obi-Wan se equivocó… o todos somos sith.
Por ejemplo, en la saga cinematográfica de Star Wars el maestro jedi Obi-Wan Kenobi le dice a su padawan (pupilo) Anakin Skywalker en su batalla antes de convertirse en Darth Vader: “solamente un sith piensa en absolutos”. Aclarando, los sith son los personajes que usan o están en el “lado oscuro” de la fuerza, entonces Obi-Wan está relacionando el pensamiento absoluto con lo oscuro y malvado (aunque, como ya sabemos, él mismo se está identificando, sin darse cuenta, con un sith al hacer esa afirmación absoluta). El fondo del asunto, es que las palabras del ficticio Obi-Wan Kenobi son solo un ejemplo de lo que pasa en la vida real. En cualquier lado (“cualquier lado” también incluye iglesias) escuchamos y se enseñan estas ideas de que todo es relativo y todo depende del cristal con que se mire. Y algunas veces también se enseña que quien sostenga y, aún peor, se atreva a enseñar la existencia de las verdades absolutas, está en el “lado oscuro”; no de la fuerza aunque sí de la sociedad.
Profesándose sabios, se hicieron necios: El rechazo a la verdad.
Pero, nuevamente volvemos a preguntar: ¿Porqué?… Las respuestas más inmediatas a estas preguntas son que: o no se analiza esos pocos segundos para darse cuenta de que no todo es relativo y la verdad sí existe (llamémosle falta de análisis o razonamiento en el tema), o no nos agradan los resultados del análisis (llamémosle rechazo a las implicaciones del tema). La cuestión no parece ser tanto un asunto de complejidad en el análisis teórico o razonamiento del tema, aunque espero que este escrito sirva para aportar esos sencillos elementos de análisis teórico. Más bien parece ser una cuestión de voluntad, o sea que no se quiere creer (consciente o inconscientemente) que existen verdades absolutas y que no todo es relativo. Por lo tanto, el porqué existe este rechazo a las implicaciones de reconocer la existencia de las verdades absolutas es un tema por demás importante, por no decir trascendental; sin embargo no lo trataremos en este breve escrito. Aunque con toda seguridad hablaremos acerca de este tema, del rechazo a las verdades absolutas, en otra oportunidad. Por lo pronto queremos enfatizar este tema de la existencia de la verdad absoluta y la falsedad lógica de la afirmación: “Todo es relativo”.
Él dijo que sí existe la verdad, y que vino a dar testimonio de ella

Ahora bien, las implicaciones de la existencia de la verdad son enormes y abarcan cualquier tema y pregunta que se nos pueda ocurrir. Si es que hay una RESPUESTA VERDADERA a cada pregunta que nos planteemos (sí la hay), tengamos o no la oportunidad o capacidad de conocer y entenderla; definitivamente valdrá la pena tenerla como una brújula constante en nuestras vidas y vivir de acuerdo a ella, sobre todo en lo referente a las preguntas realmente importantes.
Teniendo todo lo anterior en mente, quisiera que meditemos sobre dos afirmaciones de Jesús de Nazaret, respecto a la verdad, que podemos encontrar en el nuevo testamento:
Pilato entonces le dijo: ¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy rey. Para esto yo he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la VERDAD. Todo el que es de la VERDAD escucha mi voz. (Juan 18:37 LBLA)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la VERDAD, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. (Juan 14:6 LBLA)
Entonces si nuestra búsqueda en la vida quiere dirigirse a la verdad, definitivamente tendremos que considerar, cuando menos, lo que este carpintero afirmó hace dos mil años, que su misión fue dar testimonio de la verdad y, sobre todo, que ÉL ES LA VERDAD. Y si es verdad lo que Él dijo, entonces nuestra búsqueda debe ser de Él, con mayor razón cuando vemos que es real en nuestra sociedad lo que el profeta Isaías escribió de la suya hace cientos de años:
Nuestros tribunales se oponen a los justos, y no se encuentra justicia por ninguna parte. La verdad tropieza por las calles y la honradez ha sido declarada ilegal. (Isaías 59:14 NTV)
